En el día que temo, Yo en ti confío. (Salmos 56:3)
Salmo 56:3 significa «Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza». El versículo invita a la confianza en Dios durante los momentos de temor, reconociendo que la fe no es la ausencia de miedo, sino la decisión de confiar en Dios a pesar de él. En la práctica, esto implica un acto deliberado de dirigir el enfoque de uno hacia Dios, quien es mayor que cualquier amenaza, en lugar de centrarse en los miedos paralizantes.
- Reconocer el miedo: El versículo comienza reconociendo la existencia del miedo, lo cual es una reacción humana natural ante el peligro o la incertidumbre. La fe no niega el miedo, sino que actúa en su presencia.
- Confianza activa: La frase «pongo en ti mi confianza» implica una elección activa de confiar en Dios, incluso cuando las circunstancias son aterradoras. Es un acto deliberado y no pasivo.
- Enfoque en Dios: Al dirigir la confianza a Dios, se cambia el enfoque de las amenazas hacia Aquel que es más poderoso que ellas.
- Confianza en el carácter de Dios: Esta confianza no es ciega, sino que se basa en el conocimiento de quién es Dios, de su fidelidad y de sus promesas.
- Resultado: Confiar en Dios en lugar de sucumbir al miedo trae paz, fortaleza y la seguridad de que Dios cuidará y protegerá a sus seguidores.
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