Mateo 8 - 25. Y llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos.
Cuantos estamos pereciendo en los conflictos y problemas y quizás no ceno la saludas, pero Dios quiere que confiemos en el, y humillado ante su presencia reconociendo que lo necesitamos decir: ¡señor salvamos que perecemos!
No permitas que los problemas de esta vida te agobien al punto de que pierdas tu fe , recuerda Dios es más grande que cualquier problema o gigante que se presente en la vida.
Dios te bendiga y regale un día lleno de bendiciones
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