miércoles, 9 de septiembre de 2015

Así que la fe es por el oír

La Biblia nos enseña de cuántas maneras Jesucristo venció el poder de las tinieblas.

Jesucristo nos arrancó del dominio de las tinieblas y nos trasladó al Reino de la Luz Admirable. 

Hay 4 formas de victorias de Jesucristo que para mí son muy vitales de comprender y tenerlas como firmes convicción y ancla de mi fe: 

1ª Jesucristo no pecó en nada y por eso venció al diablo. No cedió a las tentaciones que el enemigo le presentó estando ya colgado en la cruz. Porque lo que quería satanas era separarlo del plan de Dios o que quebrantara ese plan. Por eso, usando la humanidad y boca de un ladrón le dijo: "Si tu eres el Cristo sálvate a ti mismo y a nosotros". Eso era decirle "bájate de esa cruz y deja de sufrir" o "apártate de la voluntad de tu Padre porque eso lo que te trae es sufrimiento, si dejas ese plan dejarás de sufrir. Jesucristo anheló que la gente creyera en Él y no le creyeron, por eso satanás le lanza esa penetrante tentación cuando el malechor le grita "bájate y creeremos". 

2ª Jesucristo con su amor y compasión dio sanidad a los enfermos y libertad a los cautivos y oprimidos por el diablo. Jesucristo el Todopoderoso venció a satanas "deshaciendo toda obra del diablo" y demostrando que Él puede reconstruir y restaurar la vida de los enfermos y oprimidos. 

3ª Las enseñanzas de Jesucristo. Con sus palabras deshizo toda mentira del diablo, la luz de su Palabra disipa las tinieblas. Las palabras tienen el poder de la vida y de la muerte.Por eso, llena tu mente y corazón de las palabras de Cristo y sean ellas las que marquen y tracen tu camino y destino. Jesucristo nos enseña nuevas palabras de amor, luz y gracia; palabras que si tú las aceptas, las crees y las repites pueden re-programar tu cerebro, tu lenguaje y tu vida. "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios". "Mis palabras son verdad y son vida". 

4ª La más inspiradora de confianza y del amor de Dios por mí: El poder inmenso de su oración intercesora por mí. Cristo no sólo habló y obró, también oró y lo sigue haciendo perpetuamente por nosotros allá en su Trono de Gloria sentado a la diestra de la Majestad del Padre celestial. Jesucristo venció toda acta de decretos que nos era contraria, venció a satanás en sus acusaciones diarias contra nosotros y como se hizo fiador de un nuevo pacto, salva a los que por Él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por nosotros. 
"y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. " (Colosenses 2:15).

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